Olvidé que leer y escribir despiertan la humanidad que queda en mi y simplemente no se como lidiar con ello… L.E.D.♥
La canción bien decía que el arte del engaño resultó ser su mejor don… la escuche completa y decidí no brincarme la siguiente como por lo general hago cuando escucho música (una sí, una no) sin embargo el resultado fue parte del Soundtrack de Requiem for a Dream, de Clint Mansell música que a mi cerebro provoca la sensación de aplicar una de las 20 formas de utilizar un cuchillo como leía hace solo algunas horas atrás… sobre alguien más por supuesto. Decidí escribir para librar esas extrañas ideas.
La sensación de mariposas en el estómago, nervio intenso y lo peor…. NO PODER DEJAR DE PENSAR en el a,b,c de lo que pasó o pasará son detonantes de un día sumamente irritante en la vida de un ser humano promedio, y digo promedio porque no faltará el “listillo/a” que dirá:” tengo un perfecto control de mis emociones” o también el moderno neandertal que dirá: “no me interesa, me vale ers, a mi no me pasa, etc.etc.” sin embargo a la gran mayoría atravesamos por esta situación cuando estamos planeando la soñada reunión que ofrece las mil y una opciones de que algo pueda salir mal.
El clima, el tráfico, el trabajo, la familia, las presiones sociales, amigos, un sin fin de excusas vacías pero la más efectiva de todas y la peor es tu propio, ruin y maquiavélico cerebro. Efectivamente. Nadie, más que tu puedes decidir sobre lo que pasará o no. Sobre lo que harás o dejarás de hacer y llueve, truene o relampaguee, siempre, al final la culpa será totalmente tuya. Mi gráfica mental está representada claramente en la imagen: un caso eterno. Hoy, por ejemplo, a pleno inicio de la presentación y con solo ver el proyector la lámpara trono cuando un segundo antes todo era perfecto. No tuve control de ese incidente. Ni de las juntas programadas, ni del incesante parloteo de mi interior. No tuve control. No quería tener control. No quiero tenerlo, ni del cansancio arrollador, ni la ansiedad de no tener lo anhelado, ni el pánico de no alcanzar el objetivo programado, es un caos que decidí liberar para ver como arrasaba con todo a su paso cual tornado en carretera. No fue así.
Que es lo correcto o lo incorrecto? Debo comprar la idea de realidad y acatar las reglas de sociedad donde debo aprender a ser una sumisa y recatada mujer? Puedo liberar las mil preguntas que tengo rondando mi cerebro volátil? Debo dejar salir a la Brava que escondí hace algún tiempo por miedo a volver a tropezar? No lo sé. Solo sé que si dejo pasar más tiempo las ideas estallarán en mil pedazos. El cansancio de buscar el punto adecuado está llegando al limite y el jugar con la inocencia humana no tiene el mismo sabor que solía tener.
Una brillante sonrisa cruzó mi mente cuando decidí recuperar lo perdido. El plan arrancó con el pie derecho como dicen por ahí, y la nostalgia de dejar atrás los gratos y amargos recuerdos ha quedado en el baúl de mis memorias. Solo espero que las nubes que se ven en el horizonte estén lo bastante lejos para no arruinar las pistas que me han hecho recordar lo que fui y lo que he llegado a ser. Como lo dije antes, el hater mental que reside en mí se niega a desaparecer pero cada letra que devora le recuerda la infinita humanidad que se niega a morir.
L.E.D.♥
The song clearly said that the art of deception turn out to be your best gift…. I listen the whole song and decided to do not skip the next one.. as I usually do (one and one) however the result was the Clint Mansell music, from the soundtack of Requiem for a Dream. Gosh! That music causes in my brain a full hateful experience and several applicable ideas about 20 ways to use a knife on some other specimens. (I just read that too a few hours ago… tricky world). So I just decided to write to take out those weird ideas from my head.
The sensation of butterflies in my stomach, intense stress and the worst… CAN’T STOP THINKING on the a,b and c of what happened or will happen were the triggers from a extremely irritating day in the average human being. a vida de un ser humano promedio, y digo promedio porque no faltará el “listillo/a” que dirá:” tengo un perfecto control de mis emociones” o también el moderno neandertal que dirá: “no me interesa, me vale ers, a mi no me pasa, etc.etc.” sin embargo a la gran mayoría atravesamos por esta situación cuando estamos planeando la soñada reunión que ofrece las mil y una opciones de que algo pueda salir mal.
El clima, el tráfico, el trabajo, la familia, las presiones sociales, amigos, un sin fin de excusas vacías pero la más efectiva de todas y la peor es tu propio, ruin y maquiavélico cerebro. Efectivamente. Nadie, más que tu puedes decidir sobre lo que pasará o no. Sobre lo que harás o dejarás de hacer y llueve, truene o relampaguee, siempre, al final la culpa será totalmente tuya. Mi gráfica mental está representada claramente en la imagen: un caso eterno. Hoy, por ejemplo, a pleno inicio de la presentación y con solo ver el proyector la lámpara trono cuando un segundo antes todo era perfecto. No tuve control de ese incidente. Ni de las juntas programadas, ni del incesante parloteo de mi interior. No tuve control. No quería tener control. No quiero tenerlo, ni del cansancio arrollador, ni la ansiedad de no tener lo anhelado, ni el pánico de no alcanzar el objetivo programado, es un caos que decidí liberar para ver como arrasaba con todo a su paso cual tornado en carretera. No fue así.
Que es lo correcto o lo incorrecto? Debo comprar la idea de realidad y acatar las reglas de sociedad donde debo aprender a ser una sumisa y recatada mujer? Puedo liberar las mil preguntas que tengo rondando mi cerebro volátil? Debo dejar salir a la Brava que escondí hace algún tiempo por miedo a volver a tropezar? No lo sé. Solo sé que si dejo pasar más tiempo las ideas estallarán en mil pedazos. El cansancio de buscar el punto adecuado está llegando al limite y el jugar con la inocencia humana no tiene el mismo sabor que solía tener.
Una brillante sonrisa cruzó mi mente cuando decidí recuperar lo perdido. El plan arrancó con el pie derecho como dicen por ahí, y la nostalgia de dejar atrás los gratos y amargos recuerdos ha quedado en el baúl de mis memorias. Solo espero que las nubes que se ven en el horizonte estén lo bastante lejos para no arruinar las pistas que me han hecho recordar lo que fui y lo que he llegado a ser. Como lo dije antes, el hater mental que reside en mí se niega a desaparecer pero cada letra que devora le recuerda la infinita humanidad que se niega a morir.
L.E.D.♥